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Turismo responsable: 8 cosas que NO debes hacer

Cuando decides viajar por vacaciones quizá piensas en algún destino en el que la naturaleza o los animales son los protagonistas. Y tú no quieres favorecer el maltrato animal ni la destrucción del medio ambiente, es más, te encantan. Tú quieres quieres practicar el turismo responsable y sostenible. 

Pero quizá, por desconocimiento, estás participando con el sufrimiento animal. 

Descubre qué es el turismo sostenible y 8 cosas que NO debes hacer si quieres hacer turismo responsable.

Después, también puedes leer 9 errores que debes evitar en la naturaleza si quieres conservarla.

Tabla de contenidos

¿Qué es el turismo responsable y sostenible?

Ejemplos de turismo sostenible hay muchos. Para saber si tu próximo viaje es sostenible, aquí tienes una definición de turismo responsable:

El turismo responsable y sostenible es aquél que sigue los principios de justicia social, justicia económica y respeta el medio ambiente y la cultura local.

Debido a la temática de este blog, dejaremos de lado la parte humana y cultural y nos centraremos en 8 cosas que NO debes hacer si quieres ser un viajero responsable con la naturaleza. Puedes ser un buen viajero, solo necesitas revisar algunas conductas que quizá creías que eran correctas y respetuosas con los animales y naturaleza, pero en el fondo… no lo eran tanto.

Turismo responsable: 8 cosas que no debes hacer

1. Dejar tu rastro allá por donde pasas

Firmar en árboles o rocas

Quizá te parecía de muy malote dejar tu firma en el pupitre del instituto o la puerta de un bar, pero ya no tienes 15 años o 18. O si los tienes, ya te digo que no es necesario y muy molesto para las personas que tienen que limpiarlo.

¿Y en la naturaleza qué pasa? Pues que estoy harta de ver cortezas de árboles o tallos de cactus heridos por las típicas firmas con fecha o declaraciones de amor eterno. Déjame decirte que es más probable que cortes antes con tu pareja a que desaparezca esa marca de un roble centenario de Fulanite ❤️ Fulanite hecha a navaja con alevosía.

Cactus herido por unos vándalos. Foto: Mireia Querol Rovira

¿Por qué NO debes escribir o dibujar en árboles, plantas, rocas, paredes o suelos, ya sea con pintura, tallando o cualquier otra técnica? Porque…

  • Las heridas en árboles y plantas son lugares de entrada de infecciones, por no hablar del estrés y energía que le supone intentar sanarla.
  • Porque las pinturas pueden asfixiar las plantas, aunque se trate del tronco de un árbol.
  • Porque en las rocas pueden vivir seres vivos minúsculos y aunque no los hubiera, el impacto visual también importa. Esa roca lleva millones de años tranquilita, déjala como está.

Amontonar piedras

¿Y qué me dices de esta moda instagramer de apilar piedrecitas rollo «he estado aquí» o «mira qué equilibrio transmite esto»? Pues de equilibrio, poco. Estás desequilibrando un microecosistema. El turismo responsable también consiste en no ser tú el protagonista, sino el lugar y la cultura de tu destino. Deja de creerte el ombligo del mundo.

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Montones de piedras en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Foto: Mireia Querol Rovira

¿Por qué NO debes amontonar piedras? Quedará muy rollo zen, pero sucede que…

  • Modificas el hábitat de animales (insectos, caracoles, arañas..) y vegetales. Son refugios para ellos y dependen del microclima que se forma.
  • La colocación de las piedras afecta a la dinámica depredador-presa o entre competidores.
  • Afecta muchísmo en zonas áridas y se hace incluso en Parques Naturales o Nacionales… si quieres saber más, lee esto.

Abandonar basura

Y ésta es de cajón, pero la repito por si acaso: con los GPS hoy en día, ya no es necesario que vayas dejando tu rastro de basura para volver a casa. Lo márgenes de la carretera, los bosques, las playas y hasta el mismísimo Everest están que dan penica verlos de las toneladas de basura que llegamos a abandonar.

Doble combo, basura en el bosque y riesgo de incendio por efecto lupa. Foto: Antranias

¿Por qué NO debes tirar basura donde te plazca?

  • Creo que no hace falta exponer las razones: impacto visual, contaminación de suelos, atragantamientos y muertes de animales, etc. Y sí, también es basura lo orgánico como la piel de mandarina o el corazón de una manzana. No lo tires «para que se lo coman los bichos».

Salirte de caminos y senderos señalizados

¿Por qué? Porque dejas tu rastro en forma de pisadas y olores varios, destrozando los vegetales, hongos, y erosionando el suelo en general. Vaya, que perturbas la gea, la flora y la fauna y quizás te lleves algún susto desagradable, sobretodo en países o zonas con animales potencialmente peligrosos que vivan entre la maleza.

Cartel pidiendo la no entrada en una zona geológica protegida. Foto: Mireia Querol Rovira

2. Hacerte fotos con animales salvajes o tocarlos

No, no y no.

Si lo haces con animales que te encuentras por ahí: no los toques ni agarres, limítate a observarlos a una distancia prudencial y no los molestes. No los saques del agua si son acuáticos, aunque sea por pocos segundos: puedes matarlos.

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Erizo fuera del mar. Ejemplo de lo que NO debes hacer. Foto: Mireia Querol Rovira

Si alguien te ofrece tocar un animal a cambio de dinero: para que un animal salvaje se deje hacer una foto, y además se deje tocar, han podido suceder varias cosas:

  • Que haya sido y esté siendo maltratado (ya sean golpes, que pase hambre, encerrado todo el día en una jaula, atado y otras cosas que no te quieras imaginar).
  • Que hayan matado al resto de su familia para atraparlo de cría y «domesticarlo» (esto sucede sobre todo con primates).
  • Que esté sedado con algún tipo de medicamento.
  • Que lo hayan reproducido en cautividad solo para exhibirlo y tocarlo.

Ser parte de la foto es ser parte del problema:

Esto puede suceder tanto con gente que te pida dinero en la calle por hacerte una foto con una iguana, un loro, una serpiente o un mono, o en lugares como núcleos zoológicos (esto daría para un debate) y supuestos santuarios de fauna.

Existen muchos falsos santuarios de fauna, en los que te crees que estás participando en la conservación animal y en realidad se explotan animales para obtener financiación.

¿Cómo distinguir un falso santuario de fauna de uno verdadero?

Los santuarios de fauna reales:
– Albergan animales que no pueden ser reintroducidos al medio. Provienen de circos, mundo del cine o TV, mascotismo, experimentación, etc. Por lo que son, generalmente, animales adultos.
– No suelen tener programas de reproducción.
Los animales no se pueden tocar como norma general (ni acercarte tanto a ellos como para hacerte un selfie).
No hacen publicidad tan agresiva para tener miles de visitantes.

Como ejemplo en España, puedes visitar la Fundació Mona para saber cómo funciona un santuario de fauna comprometido con el bienestar de sus inquilinos.

Chimpancé en la Fundació Mona. Foto: Mireia Querol Rovira

3. Participar en tradiciones o espectáculos que incluyan animales

Hay muchas, según el país que visitemos. Mirándonos el ombligo, por ejemplo, todavía hay muchos sitios en España donde desgraciadamente se permiten las corridas de toros o correbous. El maltrato es evidente, no me voy a extender más aquí.

Esto es lo que piensan algunos turistas después de ver una corrida de toros por primera vez:

También en India o Marruecos podemos encontrar encantadores de serpientes, o en templos hiduístas o budistas elefantes que «bendicen» visitantes, o animales usados como medios de transporte (elefantes en la selva, camellos o dromedarios en desiertos, etc). Parece que en Santorini, por fin ya se aplican multas por usar burros como transporte.

¿Por qué, si se ven bien alimentados y cuidados?

Aunque el maltrato no se vea a simple vista, ninguno de estos animales tiene cubiertas sus necesidades psicológicas ni ecológicas, por muy bien alimentados y cuidados que estén y por muy queridos que sean.

Además de las actividades mencionadas, rechaza desfiles en fechas señaladas en las que salgan animales, espectáculos con caballos, circos con animales, delfinarios, animales vestidos de humanos haciendo cosas en contra de su naturaleza, nadar con delfines… maltrato prácticamente asegurado. La lista es muy extensa.

4. Llevarte cosas de la naturaleza

Robar está feo. Y además, es ilegal en zonas protegidas. Si te llevas cualquier cosa de la naturaleza, además de daños al ecosistema o a quien te llevas, puedes acabar pagando multas altísimas o en la cárcel. Cosas que seguramente te has llevado y no deberías haber hecho:

  • Piedras o rocas.
  • Arenas de desiertos o playas.
  • Conchas y caracolas de la playa.
  • Semillas.
  • Animales, aunque sean insectos.

Ejemplo de cosas que NO debes llevarte de la naturaleza. Foto: Mireia Querol Rovira

5. Comprar souvenirs hechos con partes de animales o animales vivos

Comprar recuerdos hechos con restos de cadáveres

Leído así, no suena muy atractivo. Comprar souvenirs hechos con partes animales es lo mismo que llevarse cosas del ecosistema: en muchos casos ilegal y siempre una gran fuente de sufrimiento. No compres objetos o recuerdos hechos con:

  • Conchas de tortuga marina, como ceniceros.
  • Coral, como collares.
  • Plumas, como atrapasueños.
  • Pieles, como cinturones o botas.
  • Cuernos, como instrumentos musicales.
  • Dientes (como el marfil) y huesos.
  • Partes evidentes: llaveros de manos de canguro, ceniceros de manos de gorila, cabezas de animales, conchas marinas.
  • Animales enteros: estrellas de mar, insectos o arañas disecados, etc.

Esto incluye productos como elixires, cremas, pastillas y otros supuestos remedios de la medicina china tradicional (y de otros países) que utilizan partes de animales en peligro de extinción, como tigres o pangolines.

En Australia son típicos los souvenirs hechos con partes de animales, como cabezas de cocodrilos, sapos o llaveros de… escroto de canguro. Foto: Mireia Querol Rovira

El problema del mascotismo

Nunca, nunca, compres un animal para utilizarlo como mascota. En algunos países incluso se venden en la calle, pero son actividades ilegales (sino en el país de destino, seguramente en tu país de origen). El tráfico ilegal de animales exóticos es una industria que mueve millones de dólares al año, solo por detrás del narcotráfico y el comercio de armas.

Comprar un animal implica que muchos otros han muerto por el camino o de nuevo, han matado a toda su familia para poder secuestrar a las crías. Esto puede pasar incluso en tiendas de tu país que han importado los animales de otros países. Mira en qué deplorables condiciones viajan las aves víctimas del tráfico ilegal:

6. Malgastar recursos naturales como agua, electricidad o combustibles

Que la factura de la luz y agua del hotel no la recibas tú y hayas pagado por alojarte allí, no significa que puedas dejar la luz o el aire acondicionado encendido cuando te vas, el grifo o la ducha correr o pedir que te cambien sábanas y toallas cada día. El agua y la energía son bienes escasos, donde vives y en cualquier parte del mundo.

También, dentro de lo posible, elige destinos o medios de transporte lo más sostenibles que puedas. Quizá no es necesario viajar en avión por 600 kms o cruzar el océano cada año. Utiliza transportes colectivos y vehículos menos contaminantes.

7. Hacer safaris masivos o actividades con animales que no cumplan unos mínimos

Las actividades supuestamente respetuosas con los animales están de moda: inmersiones con tiburones blancos o tiburones ballena, safaris en África, buceo en la Gran Barrera de Coral australiana…

Desgraciadamente, algunas empresas no respetan el límite adecuado de visitantes para poder garantizar una mínima perturbación a los animales que van a ser observados.

Este barco está demasiado cerca para observar ballenas jorobadas. Foto: Skeeze

 

Si contratas algún safari o actividad en la que los animales sean los protagonistas, infórmate de que cumplan algunas cosas básicas:

  • Respetar temporadas y zonas de cría.
  • Dejar distancia suficiente entre animales y observadores, especialmente si se trata de cetáceos.
  • Que no se hagan actividades ruidosas o molestas cerca de los animales.
  • Que no permitan alimentarlos o tocarlos.

Al mismo tiempo, recuerda que este tipo de actividades, bien hechas, ayudan a financiar la conservación de la zona que visitas, así que ¡elige bien!

8. Comer animales amenazados o en peligro de extinción

Comer cosas distintas en el lugar de destino es casi imprescindible si te quieres sumergir en la cultura del lugar, pero debes rechazar aquellos que estén preparados con animales amenazados o supongan un evidente sufrimiento animal. No eres Charles Darwin, que probaba cuanto animal podía.

La pandemia de SARS-CoV-2 ha puesto en el punto de mira estas prácticas tan negativas tanto para la salud humana como para la biodiversidad.

Sopa de feto de pangolín. Foto: TRAFFIC

Platos que deberías rechazar son la sopa de aleta de tiburón, de tortuga, de pangolín, los huevos de tortuga, los cetáceos como ballenas o delfines, y un largo etcétera.

¿Qué es la bushmeat?

La primera vez que oí esta palabra fue en una conferencia de Jane GoodallLa bushmeat (carne de animales salvajes) es una de las principales causas del declive de muchas especies: carne de primates, murciélagos, pangolines, cocodrilos, elefantes, cebras… son el sustento de algunas comunidades locales, generalmente empobrecidas, pero definitivamente tú no lo necesitas probar.

Bushmeat deshidratada en Ghana. Foto: Wikiseal

Estas 8 cosas se resumen en una…

Para que no te cueste recordarlas, todas estas prácticas a evitar se resumen en solo una: RESPETO por la naturaleza.

¿Habías hecho alguna que desconocías que era perjudicial? 

Yo sí y de algunas no conocía la gravedad que podían suponer. Así que te lo cuento para que no cometas los mismos errores que yo cuando no tenía la información.

¿Explicarás a tus conocidos estas cosas a evitar para que no cometan estos errores?

¡Cuéntamelo en los comentarios!

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Mireia Querol

Soy una bióloga que ha hecho de la biología un estilo de vida. Como dijo Baba Dioum, Solo conservamos lo que amamos, amamos solo lo que entendemos y entendemos solo lo que conocemos. Y aquí estoy, intentando ayudarte a que conozcas la naturaleza para amarla y conservarla.
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