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Consecuencias de la cautividad en primates: el drama tras las «risas» de los chimpancés

Hace un par de años visité Fundació Mona, un centro de recuperación de primates. Aunque ya conocía las consecuencias de la cautividad en primates, ver en primera persona las secuelas que sufren chimpancés y macacos es algo difícil de digerir.

Y más difícil de asumir es que alguna vez has sido partícipe, sin saberlo, de esa situación. Quizá de niño fuiste a un circo. O viste algún anuncio, película o serie en la que salían primates y no te saltó ninguna alarma.

Vale, ahora son otros tiempos. Ya no se hacen estas cosas. ¿O sí?

Se hacen pero las formas han cambiado. Aún hay gente que quiere tener chimpancés o titís como animal de compañía. O los vídeos de «monos graciosos» se comparten millones de veces y acumulan millones de reproducciones.

Cuando termines este post, sabrás reconocer los signos básicos para que te salten las alarmas, qué puedes hacer para no ser cómplice del sufrimiento de los primates y qué consecuencias psíquicas y físicas tiene la cautividad para los primates. Ya sabes, nuestros parientes más cercanos. A lo largo de este artículo los llamaré «monos» a todos, como sinónimo de primate, aunque no sea 100% correcto. Aquí tienes la clasificación y nombres correctos.

Primate, ¿estás preparado?

Cómo detectar si un primate es maltratado o está estresado

Voy a empezar fuerte a riesgo que me llamen la atención por utilizar una foto con copyright:

Enlace a la fuente original. Autor: Yongzhi-Chu

Esta foto fue la ganadora del World Press Photo de 2015.

Creo que sobran las palabras, pero para dar un poco de contexto es un macaco rhesus (Macaca mulatta) durante su entrenamiento en un circo.

ALGUNOS primates (y animales salvajes en general) que no viven en libertad, sufren maltrato físico. Pero TODOS, absolutamente todos, sufren maltrato psíquico.

Estuvimos confinados meses por el COVID-19 y eres un primate. Estoy segura que sabes de qué hablo.

Así que signo de alarma número 1:

Monos que actúan en circos, parques temáticos, anuncios, programas de tv películas o series

Cualquier cosa que le quieras obligar a hacer a un animal salvaje y que no forme parte de su conducta natural, tendrás que «enseñársela» a palos. Esto es así.

Los «palos» o refuerzos negativos son múltiples: no les dan de comer, no tienen compañía de otros de su especie, pasan horas encerrados en jaulas totalmente insuficientes, golpes, palizas, descargas eléctricas… (1, 2)

Tanto Ross en Friends como el actor que lo encarnaba, acabaron hasta las narices del mono capuchino. Fuente

Otras cosas que se les obliga a hacer en algunos sitios son fotos con los visitantes (que son crías huérfanas, porque un chimpancé adulto podría matarte), andar a dos patas , en bici o llevar ropa humana.

Ya te hablé sobre las problemáticas de hacerse fotos con animales salvajes en el artículo sobre turismo responsable, por si lo quieres repasar.

captividad en primates
Campaña «Los animales no son payasos». Imagen: Acção Animal y Liga Portuguesa dos Direitos do Animal.

Monos que se ríen

Miles de veces has visto esto en anuncios o tarjetas de cumpleaños:

Foto: desconocido

Pues bien, esto no es una risa. Este chimpancé está asustado y en tensión.

Como humanos que somos, tendemos a antropomorfizar (bonito palabro) todo. Hablando claro: dar cualidades humanas a animales y cosas. Y las reacciones de los primates no tienen por qué ser las mismas que las humanas.

Un chimpancé que parece que ríe enseñando los dientes no está feliz, tiene miedo y estrés. Un chimpancé ríe y está relajado cuando tiene esta expresión de labio caído:

Chimpancé que está a gustito en Fundació Mona. Foto: Mireia Querol Rovira

Monos que se golpean el pecho en el zoo

Yo soy de Barcelona y ya tengo una edad respetable. Así que soy de la época Copito de Nieve: el mono huérfano más famoso de la historia. Porque era blanco.

Copito de Nieve era el único gorila albino conocido y su familia fue asesinada en 1966 cuando era una cría. Jordi Sabater Pi consiguió comprarlo por 15.000 pesetas (90 euros). Los 11 primeros meses vivió en un piso, criado por María García, la mujer del veterinario del Zoo de Barcelona. Luego lo llevaron al zoo, se convirtió en símbolo de Barcelona (con permiso de la orca Ulises) y vivió allí hasta su muerte.

Copito de Nieve, igual que otros gorilas, chimpancés y otros monos de muchos zoos, era objeto de burlas y provocaciones por parte de los visitantes. A saber: golpes de pecho, gritos imitando sus vocalizaciones, riéndose de ellos, mirándolos a los ojos fijamente…

Resultado: monos estresados, que en el mejor de los casos te lanzaban mierda (un clásico de Copito) y en el peor (mira qué hace la niña en el reflejo):

  • En algunos primates golpearse el pecho es una demostración de fuerza y salud.
  • En otros mirar a los ojos fijamente es un desafío. (A ver si eres capaz de mirar a los ojos al vecino en lo que dura el trayecto del ascensor).

Así que no hagas conductas estúpidas delante de los monos si vas al zoo o a un centro de primates.

¿Monos que viven en el zoo?

Este título lleva pregunta.

Porque hay zoos y «zoos». Es verdad que los zoos llamados «del siglo XXI» miran por el bienestar de sus animales y participan en programas de conservación de especies. De eso no hay duda y hay que poner en valor ese trabajo.

Pero hay otros centros que no hacen nada de eso. Y no los tienen en las mejores condiciones. Simplemente los tienen para exhibición. Y si los reproducen, pues las crías para exhibición también.

La reintroducción de primates en la naturaleza es complejísima pero no imposible (3), aun más habiendo nacido en cautividad. Quizá puedas hacerlo si eres Jane Goodall y compras una isla exclusiva para eso, pero desgraciadamente no todos somos Jane. Ojalá lo fuéramos y el mundo sería un poquito mejor.

Mas allá de los primates, algunos zoos, por falta de medios o intereses, no pueden liberar a los animales en la naturaleza, sean de la especie que sean. Pero los siguen reproduciendo.

¿Y si los usamos para educar?

Muchos animales irrecuperables sirven para concienciar a la población sobre distintas problemáticas. Pero para ello quizá los primates no es necesario que estén en un zoo «al uso», donde no todo el público los va a respetar. La función educativa puede hacerse también desde santuarios y centros de recuperación, como la mencionada Fundació Mona, Rainfer, APP Primadomus, el Instituto Jane Goodall y muchas otras.

Desgraciadamente, no hay suficientes centros así (ni tienen suficiente dinero), así que los zoos siguen teniendo un papel crucial donde dar alojamiento a primates que por su historia de vida, nunca podrán volver a la naturaleza.

Monos usados como mascotas

Mira, yo no sé si es porque nos parecemos mucho a ellos, pero ver monos haciendo cosas o desear tenerlos en casa como animales de compañía, es algo que gusta a mucha gente.

Concretamente el ADN que tenemos en común con algunos primates es:

  • 96.9% con orangutanes
  • 98.4% con los gorilas
  • 98.8% con los chimpancés
  • 99.9% con el resto de humanos

Así que ves vídeos por internet de loris perezosos a los que hacen cosquillas y piensas: «¡qué gracioso, yo quiero uno!» (4).

Lo que no sabes es que en realidad no son cosquillas, sino su posición de defensa. Porque son los únicos primates venenosos y el veneno les sale por los codos. Y también se cabrean:

Y quizá tampoco sabes de dónde ha salido ese mono y qué le ha pasado para llegar hasta tu casa.

¿De dónde salen los monos que se usan como mascotas?

Respuesta corta: del comercio ilegal.

Los primates están protegidos por la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). Su comercio está prohibido o super regulado. En España por ejemplo, está prohibido tenerlos en instalaciones particulares.

Muchos de ellos solo sirven como mascotas cuando son crías. Y como viven en grupos familiares, para capturar una cría, los cazadores matan a varios miembros de su familia. Porque los grandes simios como chimpancés y gorilas protegerán a sus crías hasta la muerte.

De estas crías, pocas llegarán vivas a su destino, porque como puedes imaginar, no viajan en primera clase ni los tienen luego en los mercados en jaulas de lujo:

Cría de macaco en el mercado de Jatinegara, Jakarta, Java, Indonesia. Foto: Wolf Clifton – Animal People, Inc.

Muchas especies con las que se comercializa ilegalmente están en extinción. Y antes de ponerlos a la venta, puede que hayan sido mutilados: se les cortan dientes, garras…

Sin anestesia, claro. Y con infecciones posteriores de regalo.

¿Por qué no es una buena idea tener un tití, un chimpancé o cualquier otro mono como mascota?

Porque no vas a poder cubrir sus necesidades. La mayoría de la gente ni siquiera se informa antes.

Vale, tú eres diferente, tu quizá te informes mogollón sobre cómo es el animal, qué come, el espacio que necesita, la actividad que necesita…

Ahora dime,

  • ¿Vas a poder imitar la leche materna de un lori durante los 14 meses que se pasa con su madre?
  • ¿Vas a caminar con tu gorila 5 kilómetros al día (suponiendo que no te arranque la cabeza antes) y le harás una cama de ramas y hojas diaria?
  • ¿Tendrás una instalación con la temperatura y humedad adecuada para tu tití, llena de otros miembros de su familia para que socialicen?

No, es imposible.

Los animales tienen que vivir en un ambiente que les permita desarrollar sus adaptaciones naturales. Tienen que «funcionar» bien: tener buena salud, buen crecimiento y comportamiento y un funcionamiento fisiológico y psicológico normal.

Miquel Llorente (Director científico de IPRIM)

El gran error del mascotismo en primates, es pensar que como se parecen a nosotros, tienen las misma necesidades que nosotros. Nada más lejos de la realidad.

Intercambiamos papeles: ¿Viviría bien un bebé humano en la selva?

*Anécdota: Jane Goodall, cuando trabajaba en la selva, tenia que mantener a su hijo encerrado en una jaula para que no fuera atacado por los chimpancés y otros animales.

¿Qué pasa con los chimpancés y otros monos cuando ya no pueden actuar o no sirven como mascotas?

Cuando ya están viejos, enfermos o llegan a adultos, los chimpancés y otros primates son abandonados en jaulas en las que se tiran años y años, habitualmente en condiciones insalubres.

¡Pero no pasa nada! ¡ya los acogerán en algún centro de recuperación o santuario!

Sí que pasa. Para empezar, según Fundació Mona, mantener un chimpancé adulto cuesta 7 mil euros al año. SIETE MIL. Y se tardan unos 5-10 años en rehabilitarlo.

Los animales son condenados a vivir para siempre encerrados, en grupos artificiales, por la compleja situación de maltrato de la que vienen.

Consecuencias de la cautividad en primates (físicas y psicológicas)

Pregunta para nota: ¿Puede un animal salvaje estar en una condición óptima de bienestar siendo cautivo?

Aunque tenga las condiciones más óptimas de cautividad, un animal salvaje nunca conseguirá un bienestar como lo tendría en la naturaleza. Porque no podrá desarrollar su comportamiento típico de especie.

Miquel Llorente

En primates esto es especialmente delicado por sus capacidades cognitivas, similares a las de un humano de 4 años (5). Estas son las consecuencias de tener a primates en cautividad, concretamente chimpancés (6):

  • El malestar psicológico les lleva a autolesionarse y mutilarse
  • Roturas de huesos y heridas.
  • Dificultades para coordinar movimientos.
  • Malnutrición y problemas de desarrollo.
  • Comportamiento anormal (comer heces o beber orina, por ejemplo)
  • Depresión
  • Apatía
  • Aumento de la agresividad
  • Estereotípias: movimientos repetitivos sin función alguna.
  • Fobia social y a espacios abiertos y aglomerados (agorafobia)
  • Menos gestos para comunicarse entre ellos
  • Transtorno por estrés post-traumático

Qué puedes hacer tú para evitar las consecuencias de la cautividad en primates

Ya has visto que el drama está servido. Para acabar, vamos con una lista de cosas para que puedas ayudar en la conservación de primates.

  1. Comparte este post o informa a la máxima de gente que puedas sobre las consecuencias de la cautividad en primates.
  2. No vayas a espectáculos donde usen monos ni veas programas de TV, pelis ni series donde salgan primates reales (afortunadamente creo que ya no las hacen).
  3. Participa en campañas o denuncia situaciones de maltrato primate o de compra-venta.
  4. No visites centros donde mantienen primates con ánimo de lucro, como los falsos santuarios de fauna.
  5. Evita usar productos testados en animales, como cosméticos.
  6. Si vas de vacaciones a países donde hay primates, no te compres ninguno, ni recuerdos hechos con partes de su cuerpo. Recuerda que es ilegal y puedes acabar en la cárcel cuando vuelvas a tu país.
  7. No comas carne de primate (carne de selva o bushmeat).
  8. Al comprar muebles o madera, busca la certificación FSC de tala sostenible.
  9. Aprovecha al máximo los aparatos electrónicos, como los móviles. Repáralos, revéndelos, envíaselos a Jane Goodall, compra móviles reacondicionados o de segunda mano. Causan muertes de primates, incluídas vidas humanas.
  10. Dona dinero a centros de recuperación de primates o apadrina alguno de ellos aquí, aquí o aquí.
  11. No utilices productos que lleven aceite de palma. Provoca decenas de muertes de orangutanes al día, entre otros animales.
Orangután con quemaduras debido a incendios provocados para el cultivo de la palma. Foto: desconocido.

Lecturas recomendadas para seguir aprendiendo sobre primates

Para adultos

Libros sobre las trimates, mujeres pioneras en el estudio de grandes simios:

Biología de primates, viviendo entre babuinos y el mono que llevamos dentro:

Para niños y no tan niños

Hemos llegado al final. Mucha información que procesar y seguro seguro, tienes alguna experiencia con primates, duda o comentario que necesita ser compartida.

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Foto de portada: chimpancé de Fundació Mona. Mireia Querol Rovira.

Mireia Querol

Soy una bióloga que ha hecho de la biología un estilo de vida. Como dijo Baba Dioum, Solo conservamos lo que amamos, amamos solo lo que entendemos y entendemos solo lo que conocemos. Y aquí estoy, intentando ayudarte a que conozcas la naturaleza para amarla y conservarla.
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Me lo he pasado bien leyendo este post, a pesar de que me ha resultado un poco doloroso descubrir la realidad. Una realidad que siempre he sabido pero que suelo pasar por alto. Yo también soy de la la época de Copito. Era muy pequeña cuando lo pusieron en el Zoo de Barcelona y se convirtió en un atracción.
Antes no se tenía consciencia sobre estas realidades. Suerte que poco a poco vamos evolucionando y conociendo más el funcionamiento de la vida.
Gracias por este blog tan genial que me aporta conocimiento y con el que disfruto antes de irme a dormir.

Alex

Muy interesantes tu entrada, Mireya! Aunque por suerte la sociedad actualmente está más concienciada que hace unos años, aún es necesario que la gente conozca la realidad de la vida a la que tristemente son sometidos muchos primates en todo el mundo…
Muchas gracias por compartir tus reflexiones! 🙂